Roland Barthes y el análisis estructuralista del mito en «Mitologías»

Roland Barthes en una pose pensativa

Roland Barthes (1915-1980) fue un filósofo, teórico literario y semiólogo francés que realizó importantes aportaciones a los campos del estructuralismo y el postestructuralismo. Una de sus obras más influyentes, «Mitologías» (1957), presenta una serie de ensayos en los que examina diversos mitos culturales y sus estructuras subyacentes. En este artículo, profundizaremos en el marco teórico de Barthes, en particular en los conceptos clave del estructuralismo, y analizaremos las formas en que deconstruye los mitos en «Mitologías».

Estructuralismo y semiótica

El estructuralismo es un enfoque teórico que pretende comprender el mundo a través del análisis de las estructuras y relaciones subyacentes. Se originó en los campos de la lingüística y la antropología, con figuras clave como Ferdinand de Saussure y Claude Lévi-Strauss.

Barthes adoptó el estructuralismo como método de comprensión de los fenómenos culturales, utilizando como herramienta la semiótica, el estudio de los signos y símbolos. La semiótica se basa en la premisa de que el significado se genera a través de las relaciones entre signos, que constan de un significante (la forma) y un significado (el concepto). Barthes amplió las ideas de Saussure explorando no sólo los signos lingüísticos, sino también los signos culturales no lingüísticos y sus significados dentro de un sistema más amplio.

El mito y el sistema semiológico de segundo orden

En «Mitologías», Barthes aplica el análisis estructuralista a diversos fenómenos culturales, como anuncios publicitarios, combates de lucha libre y películas populares. Identifica los mitos como un tipo específico de signo dentro de un sistema semiológico de segundo orden.

Según Barthes, los mitos se construyen tomando un signo ya existente (al que denomina «signo de primer orden») y dotándolo de un significado o connotación adicional. A continuación, este nuevo significado se naturaliza, enmascarando su naturaleza construida y presentándose como una verdad inherente e incuestionable.

Para ilustrar este proceso, Barthes analiza la portada de una revista francesa en la que aparece un joven soldado africano saludando. El signo de primer orden está formado por el significante (la imagen del soldado) y el significado (el concepto de soldado). El mito surge cuando la imagen se asocia a la idea de la benevolencia imperialista francesa. Este significado de segundo orden transforma al soldado en un símbolo de la relación «natural» y «positiva» entre Francia y sus colonias, ocultando las dinámicas de poder y las injusticias subyacentes.

Denotación y connotación

El análisis de Barthes sobre los mitos se basa en la distinción entre denotación y connotación. La denotación se refiere al significado literal o primario de un signo, mientras que la connotación se refiere a los significados y asociaciones adicionales que puede conllevar un signo. En el caso del soldado africano, el significado denotativo es simplemente el de un soldado, mientras que el significado connotativo es el mito de la benevolencia imperialista francesa.

Al identificar y diseccionar las connotaciones de diversos signos culturales, Barthes pretende exponer su naturaleza construida y revelar las funciones ideológicas a las que sirven. Al hacerlo, demuestra que los mitos no son inocentes ni naturales, sino que sirven para reforzar las ideologías dominantes y perpetuar las desigualdades sociales.

El papel del lector

Otro aspecto crucial de la obra de Barthes es su énfasis en el papel del lector en la producción de significado. Según Barthes, el lector desempeña un papel activo en la descodificación e interpretación de los signos, recurriendo a sus propias competencias y conocimientos culturales para descifrar las connotaciones.

En «Mitologías», Barthes pretende dotar a los lectores de las herramientas necesarias para reconocer y deconstruir los mitos, capacitándolos en última instancia para resistirse a la naturalización de las ideologías dominantes. Al fomentar una conciencia crítica de las formas en que operan los mitos, Barthes anima a los lectores a cuestionar y desafiar las narrativas culturales que conforman su mundo.

Conclusión

«Mitologías», de Roland Barthes, sigue siendo una obra esencial en los campos del estructuralismo y la semiótica, pues ofrece un sofisticado marco para comprender las complejas formas en que se construyen y perpetúan los mitos culturales. Al aplicar el análisis estructuralista a diversos fenómenos culturales, Barthes pone de relieve las funciones ideológicas de los mitos y su papel en el refuerzo de las estructuras de poder.

A través de su exploración de la denotación, la connotación y el papel del lector en la producción de significado, Barthes capacita a los lectores para desmantelar los mitos y resistirse a la naturalización de las ideologías dominantes. Al hacerlo, «Mitologías» sirve tanto de análisis convincente de la cultura contemporánea como de llamada a las armas para el pensamiento crítico y la resistencia.

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